FINALES DE TEMPORADA: PRIVATE PRACTICE 3T

Si la segunda temporada de este cliché de serie se caracterizó por "matemos niños para hacer llorar al espectador", la tercera lo es por ser la serie cliché de clichés dramáticos por excelencia: se busca la lágrima fácil al precio que sea.

Y eso va a acabar con la serie, os lo digo yo. Pero empecemos por el principio, o mejor dicho, por la protagonista. Allison, en Anatomía de Grey, se caracterizaba por ser un personaje inteligente, centrado y con buen criterio. Nada de eso queda ya. Entre los cuernos, los desamoríos y los desbarajustes biológicos de la protagonista nos encontramos con que ésta no ayuda nada a que la serie gane puntos, al contrario, perdemos uno de los pilares que ayudaban a sujetarla.

La tercera temporada prometía comenzar bien porque no sabíamos que le había ocurrido a la psicóloga y a su bebé, convirtiendo lo que podría haber sido una trama más interesante en un sinfin de idas y venidas de personajes a los que ya no conocemos. Antes podías esperar algo de alguno de ellos pero ahora ya no, se han vuelto unos extraños, almenos para mí. Y no es que haya sido porque han evolucionado, que va, lo que nos vendieron en un principio se ha esfumado y nos ha dejado un embrollo de mil pares de cojones que ni los guionistas saben ya como deshacer, y si lo hicieran lo único que te deja es un mal sabor de boca. Las tramas, todas ellas, han sido incoherentes con el hacer de todos y cada uno de ellos, se salvan algunos personajes como Sheldon, Charlotte y Peter, que actúan en consecuencia, el resto se han perdido por el camino y no saben venderse. Las tramas ya dan tanto apuro y son emocionalmente tan enrevesadas y podridas que se te quitan las ganas de todo.

Pero que narices, vayamos directamente al final de temporada. Me encanta cuando un personaje defiende a capa y espada el "no te amo" durante 22 episodios y de golpe y porrazo PORQUE SÍ cambia de opinión cuando anteriormente nada de lo dicho y hecho hacía mella en él. Ahora te quiero, ahora no, porque sí. Ahora te perdono, ahora no te perdono, porque sí. Antes no hacía esto porque eras mi mejor amiga, ahora lo hago... porque sí tambien. Y ya el colmo es cargarse a un personaje que ha pasado por las filas sin pena ni gloria de la peor manera posible y sin necesidad alguna. Porque no había necesidad, la serie no necesitaba de esa muerte y no aportaba, ni aportará nada a la siguiente temporada.

Lo único que pido es que para la próxima se centren en alguna trama conjunta y que sean los mismos personajes los que esten centrados porque esto empieza a parecer Melrose Place en su época más penosa. Tampoco seamos tan malos, hay episodios como el del juicio sobre la custodia de materniad que son realmente buenos pero uno o dos contra 23 es muy poco. Si ahora hacen borrón y cuenta nueva estoy seguro que los fans no se lo tendremos en cuenta...

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